"A veces me siento como águila en el aire" Pablo Milanés.

sábado, 17 de enero de 2009

La Tirana... Reina del Tamarugal
















Dice la leyenda que alrededor del año 1535, momento en el cual Diego de Almagro salió del Cuzco en busca de la conquista de Chile, lo acompañaban 550 españoles y alrededor de 10.000 indios peruanos. También incluían la expedición dos hombres importantes; Paullo Tupac y Huillac Huma. El primero príncipe de la familia de los incas y, el segundo, último Sumo Sacerdote del extinguido culto al dios del sol. Ellos eran mantenidos como rehenes del Estado por los españoles. Cumplían la responsabilidad de mantener el orden entre los indios que componían la expedición y, en caso de que no lo consiguieran, serían asesinados como pago por el desorden causado.

Al Sumo Sacerdote Huillac Huma lo acompañaba su hija llamada Ñusta, por la cual corría la sangre inca. Al llegar a Atacama, este decidió escapar, era el momento preciso. Su hija Ñusta se quedó con un grupo de indígenas que también planeaba escabullirse. Al fugarse, se refugiaron en un bosque de tamarugos, lugar al que ahora llamamos Pampa del Tamarugal. La princesa inca vivió durante cuatro años en el lugar rodeada de sus servidores. A ellos los dirigió y organizó, formando La Tirana del Tamarugal. Un día llevaron hasta la princesa al apuesto y altivo extranjero Vasco de Almeyda, quien pertenecía al conjunto de mineros establecidos en Huantajaya, que buscaban la mítica "Mina del Sol". Sólo al verlo se enamoró de aquel hombre foráneo. En su defensa, los ancianos e indígenas de la tribu, dieron la pena capital a aquel caballero. La joven enamorada, con un sentimiento de compasión, buscó las alternativas para romper la tradición y librarlo de la muerte. Consultó los astros, según las creencias lo convenían, y comunicó a su pueblo que la ejecución no podría realizarse hasta el término del cuarto plenilunio.
Durante el periodo que aguardaba la ejecución, ambos mantuvieron contacto expresándose sus sentimientos de amor en una relación oculta. Ella pidió a su amado convertirse a la religión católica para morir y conservar su alma en vida, según lo que los cristianos ofrecían. En el momento en el que él la bautizaba como alma cristiana una nube de flechas interrumpió su ceremonia. Los indígenas residentes del lugar, que la vigilaban, no pudieron soportar aquella traición. Ambos cayeron en agonía. Ñusta, con el esfuerzo de su cuerpo herido, llamó a los habitantes de La Tirana del Tamarugal y les comunicó:- "Muero contenta, muero feliz, segura como estoy, como creyente en Jesucristo, de que mi alma inmortal ascenderá a la Gloria y llegaré al trono de Dios, junto al cual estará mi amado, con quién estaré toda una eternidad. Sólo les pido que después de mi muerte, coloquen una cruz en mi sepultura, que estará al lado de mi amado"... Era la década del 40 cuando Fray Antonio Rodón, encargado de evangelizar la zona del Tarapacá y Pica, llegó al Tamarugal para izar un estandarte de Cristo. En una ocasión divisó un arco iris en el horizonte que lo llevaba hasta el bosque de tamarugos. Al llegar, encontró una cruz cristiana. El encuentro produjo en el cura un llamado del cielo abocando a la princesa inca Ñusta Huillac, y fue ese el lugar donde se edificó una ermita, la que luego se convertiría en una iglesia en honor a la Virgen del Carmen, en recuerdo del escapulario que llevaba de ella Vasco de Almeyda...
Hermosa historia de amor, compasión y fé... esto último es lo que más caracteriza a este hermoso pueblo que durante todo el año pareciera estar dormido en el letargo del tiempo, esperando el 16 de julio para despertar, recibir a los fieles y llenarse de colores...
La Tirana se ubica a 72 km. al sureste de la ciudad de Iquique, a 20 km. de Pozo Almonte y a 1.773 km. al norte de Santiago y a 995 metros de altitud. He visitado muchas veces este lugar, ya sea en la fiesta misma y en una fecha cualquiera, me gusta mucho el entorno, las personas que habiatan en él, sus paisajes, los colores, los bailes, pero sobre todo la mística que lo rodea...

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